ASÍ ES, O PODRÍA SER, TRABAJAR COMO AUTÓNOMO EN ESPAÑA EN EL SECTOR MUSICAL
Después de adquirir un trabajo fijo y estable como músico (tubista) en las Fuerzas Armadas a finales de 2015, decidí, impulsado por múltiples factores, dejar atrás dicho puesto el pasado agosto de 2017. Tras algo menos de dos años de pertenencia a una banda de música militar, decidí darme de alta como trabajador autónomo, algo que, en España, suele producir escalofríos e incertidumbre solo con nombrarlo.
Dado mi perfil profesional multidisciplinar, inquietudes personales y perspectivas de futuro, llegué a creer que ésta sería la mejor de las opciones posibles. A día de hoy, he de decir que estoy bastante satisfecho con el poco más de un año que llevo en este nuevo modelo laboral, marcado, principalmente, por la flexibilidad, la necesidad de adquirir nuevas competencias no musicales y por aprender a gestionar y valorar más el tiempo-esfuerzo invertido en cada tarea.
Una de las cosas de las que rápidamente me he dado cuenta, es que la inmensa mayoría de la gente, por lo general, no tiene ni idea de cómo funciona este tan famoso en nombre y, a su vez, profundamente desconocido en contenidos, régimen de cotización laboral.
Por ello, lo primero que vamos a hacer es explicar brevemente qué es y en qué consiste ser trabajador autónomo en España. Muy importante es también indicar que no soy gestor, ni economista, ni asesor jurídico, ni nada de eso. Solo llevo trece meses trabajando con este modelo laboral y en el presente post voy a intentar volcar todos los conocimientos, experiencias, análisis y reflexiones que he cosechado durante este tiempo, intentado contribuir a que otros profesionales (o futuros) del sector sepan un poco más acerca de ello.
Asimismo, me gustaría advertir que las cantidades económicas que se muestran en posteriores ejemplos son meras inventivas que no se corresponden con mi realidad personal. Simplemente, he elegido cantidades redondas para que nos ayuden a hacernos una idea aproximada de los distintos ejemplos que se indican en este artículo.
¿Qué es ser trabajador autónomo en España?
Según la Wikipedia, en España, un trabajador autónomo (no confundir con empresario) es la persona física que realiza de forma habitual, personal y directa, una actividad económica a título lucrativo, sin sujeción a contrato de trabajo.
En otras palabras, es alguien que trabaja, emite facturas a terceros por las actividades profesionales que realiza y adquiere la responsabilidad fiscal de declarar el beneficio obtenido mediante el cobro de dichas facturas. También, este modelo suele ser conocido como “trabajador por cuenta propia”, ya que trabajas sin estar dado de alta en la Seguridad Social por otra persona física o jurídica, sino que cotizas mediante el pago del cupón mensual de autónomos y del que ya hablaremos más adelante.
¿Cómo funciona? Estructura general en 3 sencillos pasos
1er paso: Búscate un gestor
Lo siento, pero sin la figura del gestor, no podrás llegar muy lejos en esta andadura. Él, te gestionará el alta en Hacienda, en la Seguridad Social y, entre otros posibles trámites, te ayudará a solicitar el Certificado Digital. Mi consejo es que no prescindas en ningún momento de la figura del gestor, pues sin él puede que te metas en problemas de todo tipo, pudiendo perder mucho tiempo y energía en intentar hacer trámites que éste hará de forma eficiente y segura. Paga y delega para poder centrarte en tu trabajo.
2º paso: Empieza la fiesta de ser autónomo; aprende a facturar y familiarízate con los nuevos términos.
Crea un modelo estándar con tus datos fiscales y de cobro que te sirva para emitir tus facturas siempre que realices un trabajo o al vencimiento del mes para certificar las horas empleadas y labores llevadas a cabo. Tu gestor te facilitará un modelo que pronto podrás empezar a manejar con habilidad. Otra opción, es que él mismo también emita las facturas que tú le indiques, pero yo recomiendo hacerlo personalmente porque es más rápido y flexible.
Dependiendo de la naturaleza de la actividad económica a realizar, puede que tengas que cobrar IVA (o no) en tu factura. Además, también tendrás que descontar de la cantidad bruta el IRPF (7% o 15%, dependiendo de las bonificaciones) que, por otro lado, se tendrá que encargar de pagar a la Seguridad Social el deudor de dicha factura.
Todo este lenguaje y términos puede que te suenen completamente a chino mandarín, peros sigue leyendo y pronto empezarás a entender mejor.
3er paso: Declaración trimestral
Una vez cada tres meses (enero, abril, julio y octubre), toca declarar al fisco toda tu actividad económica. De todos los ingresos provenientes de las respectivas facturas que has emitido, resultará la cantidad bruta de tus beneficios trimestrales. Después, estas obligado a volver a pagar el 20% de esa cantidad en concepto de IRPF, pero de esta cantidad podrás deducirte también el 20% de aquellos gastos que hayas tenido y que hayan estado ligados a tu desempeño o desarrollo profesional (material, suministros, dietas, formación, etcétera).
Asimismo, también hay que devolver el Impuesto de Valor Añadido, o también conocido como IVA; un impuesto sumado a tu actividad económica que tú, como trabajador autónomo, estás obligado a cobrar al consumidor y, seguidamente, pagar a Hacienda. A pesar de ello, también podrás desgravarte total o parcialmente el IVA de aquellos gastos ligados a tu trabajo. No todas las actividades económicas tienen el mismo IVA, incluso algunas, como la formación (clases), están exentas, por lo que de esas facturas derivadas no tendrás la obligación de cobrarlo.
A priori, da bastante vértigo todo este juego de porcentajes y de impuestos a pagar, pero luego no es para tanto. Hay que tener en cuenta que, si pagas mucho IRPF entre el retenido en la factura y el impuesto sobre el beneficio, Hacienda se acordará de ti positivamente en la Declaración de la Renta anual devolviéndote gran parte de todo lo invertido.
Resumidamente, si gastas e inviertes dinero en tu trabajo y profesión, te tocará pagar menos impuestos en cada declaración trimestral que, por supuesto, te la tiene que realizar y tramitar tu gestor de confianza.
¿QUÉ GASTOS CONLLEVA SER AUTÓNOMO? FIJOS Y VARIABLES
Gastos fijos: éstos son los que sí o sí, e independientemente de los beneficios que obtengas, tendrás pagar mensualmente.
+Cupón de autónomos: la cuota de cotización mínima mensual es de 278,78, pero esto no es así realmente, ya que actualmente existen grandes bonificaciones para nuevos autónomos. Con algunas de las nuevas medidas entradas en vigor a partir del enero de 2018, durante los primeros tres años, tu cotización quedaría, más o menos, así:
-Desde el inicio hasta el mes 12: 50€/mes
-Mes 12 al mes 18: 139,43€/mes
-Mes 18 al mes 24: 195,24€/mes (esta bonificación, dependiendo de tus características personales, puede alargarse hasta el mes 36)
*En algunas C.C.A.A, las bonificaciones pueden llegar a ser mayores. Un ejemplo de ello es la Comunidad de Madrid, que ofrece los primeros 24 meses a 50€ además de distintas subvenciones para el inicio de actividad. Si estás interesado infórmate bien de las políticas regionales y provinciales vigentes.
+Gestoría: el coste mensual derivados de contar con el asesoramiento y contabilidad de un gestor puede ir desde 30 a 100€. Esto es algo muy personal, cada uno puede elegir al suyo. También, hay múltiples plataformas online que gestionan la actividad de autónomos o, incluso, tienes algún conocido o familiar que sepa de forma segura y certera como funciona y se preste a hacerlo. Por mi parte, insisto: no prescindáis de un gestor profesional.
Gastos variables: es decir, lo que tendrás que pagar dependiendo del volumen de tu actividad económica e ingresos.
+IRPF sobre la renta: En cada factura que emitas, el pagador retendrá un porcentaje en este concepto del que tú no te tendrás que responsabilizar en ningún momento. En teoría, hablamos de un 15% del total de la factura, pero existe una bonificación actual que reduce al 7% esa misma cantidad durante el resto de año en curso después del alta más otros dos completos adicionales.
Ejemplo: emites una factura de 1000€, el pagador te ingresará la totalidad de ésta menos ese 15 o 7%, es decir, recibirás, respectivamente, 850€ o 930€ por esa misma factura.
+IRPF sobre el beneficio: pongámosle que has obtenido, por ejemplo, 6000€ de ingresos (sin contar el IVA) durante los meses de enero, febrero y marzo (es decir, el 1er trimestre). Sobre esa cantidad, estás obligado a pagar el 20% en concepto de IRPF (en teoría, 1200€). Aquí no hay (que yo sepa) bonificaciones, pero hay desgravaciones.
¿Cómo funciona esto de las desgravaciones? Digamos que el 20% de todo aquel gasto que tenga que ver con el desempeño o desarrollo profesional te lo puedes descontar de la cantidad a pagar del IRPF sobre el beneficio. Eso sí, todo siempre tiene que estar debida y legalmente justificado mediante facturas que tendrás que ir reclutando día a día y operación tras operación.
Gastos desgravables:
–Gastos derivados del consumo o adquisición de material: papelería, material de oficina, tecnología ligada al desempeño profesional, instrumentos musicales y accesorios, partituras, libros, etc…)
-Cupón de autónomos: la cantidad que en ese tramo te haya tocado pagar.
–Servicios profesionales: gestoría, asesoría, contabilidad, etc…
–Dietas y manutención: hasta el 20% de 26,67€/día en caso de que estés trabajando y necesites alimentarte en bares o restaurantes fuera de casa. Si tienes obligación de pernoctar fuera de casa, esta cantidad asciende a 53,34€/día.
–Suministros e impuestos sobre viviendo o locales (siempre y cuando puedas demostrar que trabajas desde casa y tengas parte de tu vivienda/local destinada legalmente al desempeño profesional mediante un arrendamiento específico): telefonía, agua, electricidad y gas.
-Transporte (gasolina y mantenimiento del vehículo y otros gastos de transporte): en teoría, puedes desgravarte una parte de los gastos asociados a tu vehículo particular, aunque está es muy pequeña. Este gasto crea mucha controversia en las declaraciones trimestrales, así que mejor consúltalo con tu gestor y que él te indique correctamente como sería en tu caso personal.
-Vestuario: uniformes y aquellas otras prendas destinadas, específicamente, a conciertos.
–Formación: matrículas de cursos de todo tipo de estudios y formación que esté ligados a nuestro desarrollo profesional. (Siempre con facturas oficiales del órgano organizador por delante)
-Otros gastos: intereses de préstamos bancarios y mantenimiento de cuentas, seguros de instrumentos, seguros médicos, mutualidades, suscripciones a revistas profesionales, gastos derivados de páginas web o redes sociales profesionales, envíos de mensajería, etc…
Aunque esta exposición dista mucho de ser una información profesional y 100% exacta, sí nos sirve para hacernos una idea aproximada de cómo funciona esto de ser autónomo en el mundo de la música.
Hagamos un cálculo aproximado de que este trimestre nos hemos gastamos unos 1200€ entre todos los gastos deducibles. De esa cantidad, el 20% estaría directamente desgravado, es decir, 240€, por lo que tendríamos que pagar 960€ de impuestos sobre el beneficio en concepto de IRPF. Además, existen otra sería de desgravaciones y bonificaciones directas sobre la declaración que, dependiendo de la naturaleza de los servicios profesionales de desempeñemos, también nos ahorrarán unos euros. Como todo esto depende de cada caso en concreto, no lo vamos incluir en la siguiente cuenta, pero, en la mayoría de los casos, nos dejará un poco más de líquido en nuestro bolsillo.
Pongámosle que, por ejemplo, hemos ingresado 6000€ durante el anterior trimestre. Así, nuestros 6000€ se han visto reducidos a 5040€ tras abonar el IRPF sobre el beneficio correspondiente.
¿Cuánto IRPF hemos pagado durante este trimestre?
IRPF sobre la renta: para que nosotros hayamos ingresado 6000€ durante el último trimestre, significaría que ya nos han retenido el 7% (tomamos el valor con bonificación de los tres primeros años para el ejemplo) sobre las propias facturas, por lo que ya habríamos aportado 452€ a las arcas públicas.
IRPF sobre el beneficio: según las cuentas anteriores, y descontando lo que ya nos hemos deducido/desgravado, vamos a tener que pagar otros 960€.
452€ + 960€= 1112€ de IRFP pagado durante el trimestre entre los dos tipos.
Dependiendo de nuestra situación personal, del total de ingresos obtenidos durante el año y de otras variables que afectan a la Declaración de la Renta, es probable que nos devuelvan parte de esta cantidad pagada. De todas formas, si pagas mucho IRPF y no te devuelven nada, es, por lo general, un síntoma de buena salud y prosperidad económica, pues cuanto mayor sea tu beneficio anual, mayor es el porcentaje de renta que debes aportar. A esto se le llama estado del bienestar.
¿Y EL FAMOSO IVA? EL IVA VA POR LIBRE…
Muchas de los servicios profesionales que realices estarán sujetos al cobro del IVA. Por ejemplo, si cobras 200€ brutos como intérprete por realizar un concierto, deberás cobrar el IVA al receptor de dicha factura, es decir, el 21% más (42€).
Esos 42€ no te pertenecen, simplemente eres un vehículo entre el pagador y la Administración, ya que, al finalizar el trimestre, tendrás que declararlos y devolverlos. Eso es así, pero no acaba aquí.
Tú, como autónomo, también soportarás y pagarás IVA en muchos de los productos o servicios a lo largo de tu andadura profesional, por lo que parte de ese IVA que pagas, quedarás exento de devolverlo. Así, supongamos, que si reclutas, por ejemplo, 400€ de IVA para Hacienda a lo largo del trimestre, tendrás que devolver parte de esa cantidad, pero no toda, por ejemplo y dependiendo de tus gastos e inversiones, 250€.
El IVA, como consumidores que somos todos, siempre lo pagamos, la diferencia es que si eres autónomo, se te devuelve la totalidad o parte de ese impuesto. De tal forma, a esos 5040€ de beneficio que hemos obtenido durante el trimestre hay que sumarle esos 150€ de IVA que Hacienda te deja que te quedes por haber generado actividad económica, gasto que, si no fueras autónomo, no podías haber amortizado en ningún caso. Es decir, nuestros 5040€ se han convertido, finalmente, en 5190€ para todo el trimestre. Sea como fuere, tus facturas emitidas y recibidas hablarán por ti y tu gestor las interpretará debida y exactamente.
OTRAS PREGUNTAS QUE YO ME HICE ANTES DE HACERME AUTÓNOMO
¿Puedo compaginar ser autónomo con estar dado de alta en la Seguridad Social?
Sí, puedes compaginar el ser trabajador autónomo con estar dado de alta regular o temporalmente en algún otro trabajo o puesto. El único problema de esto es el pluriempleo y cómo Hacienda suele castigarlo. Dentro de unos márgenes razonables de ingresos no creo que tengas problemas, pero sí tus beneficios globales empiezan a ser un poco más altos de 20.000€/año puede que te lleves un disgusto. Todo depende de la cantidad de ingresos que hayas tenido y la cantidad de IRPF que hayas contribuido por esa cantidad.
¿Qué pasa con el paro?
Cuando yo fui a darme de alta como autónomo, tenía derecho a unos cuantos meses de paro. En este momento puedes decidir entre dos opciones:
-Congelarlo: no lo cobras pero lo mantienes retenido por si en alguna ocasión dejas de ser autónomo y deseas/necesitas cobrarlo (creo que lo puedes congelar hasta 5 años).
–Capitalizarlo: en el INEM, te calculan la cuantía total del paro al que tendrías derecho y puedes solicitar que te lo ingresen en una sola vez para realizar alguna inversión (justificada) derivada de tu nueva actividad como autónomo, montar una empresa, adquirir parte de un negocio o, por otro lado, puedes solicitar no pagar el cupón de autónomos y que te lo vayan descontando de esa cuantía hasta que se te agote. Esta opción tiene bastante letra pequeña, como, por ejemplo, que si cesas tu actividad como autónomo antes de (creo) 5 años, tienes que devolver parte o la totalidad del dinero percibido en este concepto. Informaros bien en las oficinas de INEM.
Es muy importante saber y asumir que el ser autónomo no da derecho a paro si cesas la actividad y, a no ser que lo tengas congelado de cotizaciones y contratos anteriores como en mi caso, cuando dejes de pagar el cupón de autónomos, no tendrás ningún ingreso por desempleo (tampoco has cotizado en este concepto específicamente durante este periodo).
Teóricamente, si existe un paro para autónomos, pero las condiciones son muy rígidas y específicas, así que mejor hacerse a la idea de que no existe y si, por lo que sea, puedes percibirlo, bienvenido sea.
QUIZÁ TE INTERESE: https://infoautonomos.eleconomista.es/seguridad-social/paro-de-autonomos/
El verdadero éxito y objetivo es no pensar en el desempleo, sino moverse, crear, trabajar y construir sin parar para no cesar nunca en tu actividad profesional.
Ahora que voy a ser más barato y flexible de contratar, ¿cómo me puedo beneficiar yo de ello?
Cuando realizas un servicio o trabajo como autónomo, pasas a ser un auténtico chollo para algunas empresas, instituciones u organizaciones por el principal hecho de que, al contar contigo, no tendrán la necesidad de pagar la cotización a la Seguridad Social por el desempeño de tu labor sin caer en la ilegalidad.
Como mucha gente desconoce esta información, voy a poner un ejemplo real: un profesor de una escuela de música. Para que un profesor perciba 300€/mes brutos, una organización tiene un coste de 396,3€/mes (lo que se conoce como coste de empresa), es decir, 96,3€ se irían en S. S. y otros impuestos.
Puesto que es obvio el beneficio que el contratante de un autónomo tendría, lo que se puede hacer es renegociar tus condiciones y encontrar un punto intermedio, como intentar percibir algo más de la cantidad bruta. Si, siguiendo en este ejemplo, facturases 350€/mes como autónomo por ese servicio, puedes percibir un incremento con el que afrontar tus gastos como autónomo y, aun así, la organización se ahorraría otros 50€ al mes.
Este mismo ejemplo se podría extrapolar a otros servicios en los que se tenga la potestad de negociar o pactar las condiciones. Recordemos que, siempre que sea necesario, podemos ser dados de alta en la S. S.
¿Me puedo dar de baja por enfermedad?
Sí, no funciona exactamente igual que cuando estás contratado, pero algo hay. Aunque recibas alguna cantidad por baja, deberás seguir pagando el cupón de autónomos.
Aquí te lo explican mejor que yo. https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/01/23/autonomos/1516693139_509674.html
De todas formas, los autónomos somos famosos por no enfermar, y en el momento que empiezas a pagar el cupón de autónomos tu salud, fortaleza física y sistema inmunológico se refuerza al instante.
En las últimas horas, ha caído en mis manos esta noticia. Puede que, en este sentido, mejoren nuestras condiciones en los próximos meses, pero, de momento, no se puede cantar victoria.
https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2018/11/14/5bec3c35ca4741e2158b4623.html

PROS, CONTRAS Y OTRAS REFLEXIONES SOBRE MI 1er AÑO COMO MÚSICO AUTÓNOMO
Dado mi perfil multidisciplinar como músico, he estado siempre bastante ocupado en bastantes y diversos trabajos y proyectos; unos más estables y otros meramente eventuales. Llegó un momento que requise mayor flexibilidad laboral y en muchos de los servicios que llevo a cabo en la actualidad necesité, sí o sí, hacerme autónomo.
Hoy en día, mi actividad profesional se basa en:
-Dirección educativa de dos escuelas de música (actividad regular)
-Dirección artística y musical de una banda de música (actividad regular)
-20h/semana de docencia de viento-metal, lenguaje musical y agrupaciones didácticas (actividad regular)
-Conciertos sinfónicos como tubista en orquestas y bandas sinfónicas (actividad semi-regular)
-Talleres pedagógicos con instrumentos de plástico en centros educativos (unos 3-4 al mes)
-Blogger en www.musicthinkshout.com
-Servicios de asesoría y consultoría profesional en el sector
-Otras colaboraciones y servicios profesionales en el sector de la música.
Además de todo ello, estoy trabajando en sacar a delante dos grandes proyectos; uno verá la luz muy pronto y otro mucho más adelante, pero no puedo dejar de pensar en él.
Como podréis comprobar, es una actividad muy intensa y variada. Sin duda, yo puedo llevar a cabo todo esto gracias a ser autónomo, ya que, de lo contrario, algunas de las actividades no las podría compaginar.
PROS DE SER UN MÚSICO AUTÓNOMO
Para mí, ser autónomo es una ventaja, por lo que empezaré enumerando cuáles y por qué son los pros de ser un músico autónomo.
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FLEXIBILIDAD LABORAL GARANTIZADA
El famoso dicho de “ser tu propio jefe” es cierto y falso a la vez, ya que en muchos de los trabajos o servicios en los que te embarques puede que no tengas a nadie por encima y seas tú el que decide qué, cómo, dónde y por qué, o, contrariamente, puede que trabajes directamente bajo las directrices o coordinación de otra persona. Lo que no se puede negar, es que tienes flexibilidad laboral totalmente garantizada, pudiéndote involucrar legalmente en todos los proyectos en los que tu tiempo, salud y disposición personal te permitan.
Cuidado, construir cosas y divertirte haciéndolo es altamente contagioso, no descuides tus otros no laborales apartados de la vida. Ser autónomo permite no tener límites ni fronteras en lo que al trabajo respecta. Para algunos, eso puede suponer incertidumbre y estrés, en cambio, para mí, es una auténtica oportunidad e incentivo (y tengo donde contrastar porque ya he trabajado en la Administración Pública y como contratado fijo).
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AMORTIZACIÓN DE INVERSIONES ACADÉMICAS Y PROFESIONALES
Si estás leyendo esto, es porque eres músico, tienes a un músico muy cerca en tu vida o porque me conoces personalmente. Cualquiera de las tres opciones es válida para saber y ser consciente de lo que económicamente cuesta ser músico y las inversiones que hemos y tenemos que hacer continuamente para seguir siéndolo: instrumentos, mantenimiento y reparaciones, partituras, accesorios, seguros, desplazamientos continuos, formación permanente y otro largo etcétera que, depende del instrumento/s que toques y de tu actividad, puede llegar a sumar una cantidad muy elevada a lo largo del año.
Siendo autónomo, podrás amortizar todas estas inversiones en la tu declaración trimestral del IRPF y del IVA (como ya hemos detallado más arriba). De lo contrario, simplemente pagarás y no obtendrás una compensación más allá de la natural.
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MAYOR ATRACTIVO PARA EMPRESAS, ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES
Al trabajar en el régimen de autónomos, te conviertes en un perfil de trabajador y prestador de servicios más atractivo y flexible de cara a todo aquél que necesite un profesional como tú de forma fija o eventual. Anteriormente, ya he comentado cómo una empresa u organización se puede beneficiar económicamente al contar con un autónomo en cuanto a seguros sociales y compensaciones se entiende.
Si eres un buen profesional, y en igualdad de condiciones con otros competidores del sector, puede que acaben decantándose por ti y tu flexible y ahorrativo perfil contractual.
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BUENAS BONIFICACIONES, DESCUENTOS Y FACILIDADES AL INICIO
Empezar a cotizar como autónomo es muy asequible en los comienzos. Los primeros doces meses son prácticamente regalados con la reducción del cupón a 50€/mes (cuando yo empecé solo la llegué a disfrutar durante 6 meses, ahora ya pago el 80% de la tasa completa). Acordémonos también de la reducción antes mencionada del IRPF sobre la renta al 7% y otras bonificaciones que podrás estudiar con tu gestor dependiendo de tu situación personal.
Mi consejo es que, si te lo estás pensando y crees que tu perfil y actividad profesional puede encajar en este régimen, lo hagas. Hay suficientes incentivos para, al menos, probarlo y ver cómo te encuentras en él durante una temporada.
En el sector en el que yo me desenvuelvo (ver arriba), es común no tener contratos fijos y mediante los que cotices de forma íntegra y continuada, sino que tu actividad se computa por jornadas de trabajo. El resultado es que, a lo largo del mes o año, puede que hayas cotizado 15 o 20 días (y por no hablar de los meses de verano que a veces la cantidad se puede reducir a 5 o 10).
Siendo autónomo y pagando el cupón mensual correspondiente, cotizarás por meses y años completos. Puede que sea la solución para que algún día puedas llegar a jubilarte.
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NUEVOS APRENDIZAJES Y COMPETENCIAS
La necesidad impera en lo que al aprendizaje se refiere. Si tu caso no es el de aquél que domina tareas y procedimientos administrativos, lenguaje técnico-burocrático, competencias de gestión, así como otras aptitudes de emprendimiento, lo adquirirás en breve. Eso, o te quedarás por el camino pronto.
CONTRAS DE SER UN MÚSICO AUTÓNOMO
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NECESITAS ACTIVIDAD ECONÓMICA CONTINUADA.
Tus ingresos variarán dependiendo del precio y volumen de tu facturación, pero algunos de los gastos que conlleva el ser autónomo (recordemos los dos tipos de gastos) los tendrás que asumir a pesar de que tu trimestre no haya ido tan bien como esperabas.
Yo he llegado a la conclusión de que, una vez que eres autónomo, no puedes pensar en “cuánto gano al mes”, sino que hay que pensar por trimestres o, incluso, por años completos. Al fin y al cabo, lo de calcular las ganancias mensuales es algo puramente cultural, ya que, en otros países, lo piensan en semanas, quincenas o, como yo personalmente hago, años.
Como ya se ha especificado en los “pros”, ser autónomo es sinónimo de no tener pereza en invertir continuamente en formación, servicios y adquisición de nuevos materiales, si no, puede que no llegue a ser del todo rentable, ya que los impuestos que puedes llegar a pagar por tus beneficios pueden elevarse bastante.
Si no atraviesas una etapa en tu vida de formación e inversión en tu carrera profesional, haz bien números porque puede que no te salga tan bien como te imaginas esto de ser freelance.
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NO TE DA DERECHO PARO Y… ¡CUIDA TU SALUD!
A pesar de que, en teoría, cotizar como autónomo si te da derecho a la prestación por desempleo, es mejor hacerse a la idea de que esto no es así. Los requisitos y cláusulas para percibirlo son muy acotadas y, en el caso de que si lo consigas, la cantidad, en mi opinión, no es suficiente para vivir con dignidad.
También, hay bajas por enfermedad o incapacidad, pero mejor no te pongas malo, no digo más. No esperes tener las ventajas que otro tipo de trabajadores disfrutan en otros regímenes. Ahora, mi salud es de un auténtico titán, nunca enfermo (sarcasmo modo on)
Por cada servicio que realizas o al vencimiento del mes, debes emitir una factura al pagador. Y así ininterrumpidamente. Puedes pactar con tu gestor que emita por ti las facturas, pero yo prefiero aprender y controlarlo personalmente.
Otro rollo del “tema facturas”, es que hay que estar pendiente de cuáles están cobradas y cuáles no. No suele haber problemas, pero la contabilidad personal es más compleja que para cualquier otro mundano no autónomo.
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HAY QUE HACER LAS DECLARACIONES TRIMESTRALES
Cada tres meses, deberás pasar por caja y declarar todas tus facturas emitidas. Con ayuda de tu gestor, y sin excepciones, hay que hacer balance de todo el trimestre y abonar la cantidad resultante al fisco. Esta cantidad puede ser negativa (es decir, que no tengas que pagar), pero esto significaría que no has logrado facturar mucho o que tus costes han superado a tus ingresos (mal plan).
Tu gestor te facilitará un modelo de factura con el que empezar a operar, no obstante, por internet podrás encontrar miles de ejemplos y tutoriales de cómo realizar el proceso de emitir una factura.
VALORACIÓN GENERAL Y EXPERIENCIA PERSONAL
Si has llegado hasta aquí leyendo, es que, por uno u otro motivo, esta temática te interesaba personalmente. También, habrás percibido a lo largo de todas estas líneas que mi valoración general sobre mi primer año como autónomo en el mundo de la música en España es, en general, positiva. Es obvio que esto es así ya que este modelo se adapta a la perfección a mi diversa e intensa actividad profesional y académica en la actualidad.
Si este modelo se adapta o no a tu actividad y necesidades es algo que solo cada uno puede valorar, aunque siempre puede venir bien que una opinión o influencia ajena nos ayude a decantarnos.
Mi postura es que, si dudas, lo pruebes e intenta involucrarte en esas ideas y lanzar aquellos proyectos que siempre has tenido en mente. Contempla las nuevas oportunidades que este régimen te podría brindar y no tengas pereza en renegociar las condiciones de aquellos sitios donde regularmente trabajas o colaboras en calidad de contratado (escuelas, empresas, orquestas, etcétera).
Somos músicos, o lo que es sinónimo de dedicarte a una de las profesiones más versátiles, flexibles y con mayores posibilidades, movilidad y perspectivas que existen. Para algunos, eso un lastre, para otros, una grandísima oportunidad y bendición. Esto, es algo que, aquellos que me conocen personalmente, ya habrán escuchado de mi boca en numerosas ocasiones, y ejemplo de ello dan las decisiones que he ido tomando en mi pasado inmediato así como en mi día a día.
Aunque a mí me ha hecho de valorar y reflexionar sobre mi primer año en estas andadas, la principal finalidad de redactar este amplio artículo ha sido llegar a todas esos músicos que, bien dudan en hacerse autónomos (que sé que son muchos), o bien estaban profundamente desinformados al respecto. Otro valor añadido ha sido poder volver a darse cuenta del porqué algún día decidimos estudiar y dedicarnos a la música y lo que significa dedicarse a ello más allá de las inercias culturales y tendencias laborales del sector.
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Eduardo Sánchez-Escribano García de la Rosa.
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