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UNA DE HISTORIA Y UNA DE FILOSOFÍA PARA AYUDARNOS A ENTENDER LO QUE ESTÁ PASANDO.

(Aunque seguramente lo pensabas antes de disponerte a leer esta entrada, ESTO NO ES UN ARTÍCULO DE OPINIÓN)

Están sucediendo cosas que enfurecen y entristecen a la masiva opinión publicada pero, anecdóticamente, han sido provocadas y electas por la manifiesta opinión publica.  Algo muy complicado de entender y, por la tanto, de explicar.

En un esfuerzo personal por entender lo que está pasando en el mundo contemporáneo, he dado con dos herramientas que me han parecido muy interesantes y me gustaría compartirlas con ustedes. Por un lado, os invito a leer un fragmento de un libro que he leído recientemente sobre Historia Antigua. En concreto, habla sobre la democracia griega y las crisis de las “polis”. Por otro, que rescatemos e intentemos reflexionar sobre la problemática que cada uno estime oportuna aplicando el archiconocido Mito de la Caverna, texto que, como bien sabréis, podemos encontrar en La República de Platón. Para este último no me he tomado muchas molestias y he copiado, literalmente, una parte de la explicación del mismo en Wikipedia, no obstante, el que esté interesado ya he mencionado dónde lo puede encontrar.


UNA DE HISTORIA…

“…administrar la comunidad significa ejercer un poder sobre los demás, lo que convierte esa tarea en algo deseable; solo si existe una igualdad de oportunidades para acceder a las distintas formas de ejercer el poder, existirá igualdad entre los ciudadanos. Esa es la meta que pretende alcanzar la democracia griega. En todas las comunidades existen diferencias de linaje y de riqueza entre los ciudadanos, que diversifican las condiciones de ejercicio del poder. Incluso las nuevas fundaciones, que arrancan con el patrón igualitario, se van adulterando con el paso del tiempo. Lo normal es que el colectivo de los ciudadanos esté polarizado en grupos de muy distinto tamaño: el de los nobles y/o ricos, que son pocos, y el que forman los demás.

Eso genera una tensión social, que en ocasiones alcanza puntos críticos amenazando con colapsar el funcionamiento de la polis. Empieza a ocurrir en el tránsito del s. VII al VI a.C., cuando “los pocos” se encuentran divididos, en la medida en que la riqueza ya no coincide exactamente, como antes, con la excelencia de linaje. La aristocracia mantiene, en general, una actitud conservadora, pero precisamente de sus filas salen individuos dispuestos a encabezar iniciativas de cambio; se proyectan, de un modo u otro, sobre una masa heterogénea, compuesta por ciudadanos de muy distinta capacidad económica, que demanda, potencialmente, una aproximación al modelo igualitario, en lo económico y en lo político…

… en el caso de Atenas, se van sucediendo fases de desarrollo constitucional, hasta llegar a un modelo con una asamblea y un tribunal de justicia accesibles a la totalidad de los ciudadanos, que son los órganos políticos dotados de los poderes supremos.

Esa forma de política es la democracia, “el gobierno de todos”. Y la democracia consagra en Grecia un modelo de igualdad limitado al ejercicio del poder, que ni consigue ni puede pretender la igualdad económica. Porque la verdadera soberanía de la democracia griega corresponde a la ley, y la ley garantiza la estabilidad de las relaciones económicas básicas. Cicerón llegó a escribir, en una Roma convulsionada por la lucha política, que la razón del origen de los estados es proteger la propiedad privada. Y la Historia le ha ido dando la razón: la igualdad económica, que se ha revelado incompatible con la propiedad privada, no ha conseguido rebasar los límites de la utopía.

En la etapa más lograda de la democracia ateniense, desde el punto de vista de la teoría política, se llega a producir, por razones coyunturales (la pérdida del imperio y la guerra, básicamente), la mayor desigualdad económica entre los ciudadanos, un buen número de los cuales carece por completo de medios de vida. Subsisten gracias al salario que obtienen por participar en la asamblea y en los tribunales; y, al estar desocupados, son quienes votan regularmente. Pero ese voto no determina la vida económica de la polis ateniense. Los ciudadanos ricos, y hasta los menos ricos, resultan, en mayor o menor medida, marginados de la vida política y actúan a la defensiva. La disociación entre los derechos/deberes políticos y la integración económica de los ciudadanos en la comunidad es una causa manifiesta del fracaso de la democracia ateniense”


UNA DE FILOSOFÍA…

“Platón describió en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc… identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente “el Sol y lo que le es propio”, metáfora que encarna la idea de Bien.

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para “liberar” a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad, con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.”