Estimados amigos y/o lectores de Music, Think & Shout,
Después de una larga temporada (17 meses), estoy de vuelta para seguir creando y difundiendo nuevos contenidos. Durante este tiempo, el blog ha seguido creciendo, teniendo una media diaria de 250-300 lecturas, una cifra muy interesante y motivadora dada la obligada y obvia inactividad que ha tenido.
El motivo de este paréntesis, como muchos ya sabréis, es que he estado embarcado en uno de los proyectos más intensos y ambiciosos de mi vida; la redacción de mi tesis doctoral. El pasado diciembre de 2018, formalicé la matrícula y, desde enero de 2019, he estado obligado a dedicar el 100% de mi esfuerzo a dicha tarea. Afortunadamente, hace unos días que concluí en trabajo y, mientras que preparo la defensa, que tendrá lugar en un par de meses, os voy a ir acercando algunos de los contenidos e información valiosa en formato blog que he ido cosechando durante esta etapa final de mi carrera académica.
GRACIAS.
Para esta retomada ocasión, me gustaría acercaros la idea de que, en contextos escolares, otra educación musical a la que la inmensa mayoría de nosotros hemos recibido, es posible, ya que, últimamente, un buen número de colegios e institutos están optando por embarcarse en proyectos curriculares alternativos para la asignatura de música. Dejadme que os muestre.
Antes de empezar, por supuesto, mencionar que estos contenidos no hubieran sido posible sin la aportación y contribución de diversos autores e instituciones que se encuentran recogidos al final del documento.
Asimismo, me gustaría abrir paso a este contenido con esta nueva “joke-new” del famoso diario cómico www.elmundotoday.com
[ENLACE]“Detenido al fin el profesor de música que obligaba a los niños a tocar la flauta en casa”
Cuando la leí, lo primero que pensé, obviamente, fue; “se trata de una broma”, no obstante, dicha mueca sobre “la flauta del colegio” no deja de significar y dar voz a un sentimiento generalizado de la sociedad respecto a la educación musical escolar.
(Importante, cuando me refiera a “escolar”, me refiero a aquella impartida y proporcionada a partir del propio colegio o instituto)
Asimismo, en esta ocasión, y aprovechando que he investigado en profundidad sobre éste y otros métodos alternativos de música escolar, me gustaría daros a conocer la metodología Yamaha ClassBand, una alternativa no muy conocida en España pero que puede llegar a dar mucho que hablar.
La empresa japonesa Yamaha es, además de una de las compañías más importantes del mundo en cuento a fabricación y venta de instrumentos musicales, una entidad pionera e innovadora en términos de educación musical o, al menos, así lo manifiesta con el lanzamiento de su programa llamado Yamaha ClassBand, definido por la propia compañía como “la banda del cole”.
Por supuesto, comentar que no tengo ningún tipo de relación comercial ni empresarial con la empresa ni ningún interés concreto en ello. (El único producto Yamaha que tengo es el aceite de los pistones de la tuba)
La descripción e información mostrada en la propia página web de Yamaha España acerca de su método de enseñanza musical escolar es:
“Se trata de una metodología de enseñanza musical en grupo que se imparte en horario lectivo como asignatura curricular de música, con resultados espectaculares. Los alumnos son capaces de impartir un concierto para padres en tan sólo 3-4 meses. En tan sólo un par de años, la banda podrá interpretar un repertorio bastante extenso y tendrán las herramientas necesarias para afrontar mayores retos y proyectos musicales. Pero Yamaha ClassBand es mucho más que un sistema de enseñanza musical. Es todo un compendio de valores positivos transmitidos con la música como vehículo principal. Los beneficios directos pedagógicos de aprender música [ ] están sobradamente demostrados, pero además, en el caso de Yamaha ClassBand, se suman al hecho de que se practica en grupo. Esta característica potencia en los alumnos valores esenciales como la autoestima, el respeto, el compañerismo, el trabajo en equipo, la confianza o el compromiso”
“La adaptación curricular que se ha hecho de la metodología Yamaha ClassBand es completa [ ] todos los conceptos son evaluables al 100% cumpliendo así con los requerimientos oficiales de enseñanza reglada actual”.
Historia, trayectoria y alcance
El programa surgió en Alemania de la mano de Wolfgang Feuerborn hace más de 20 años. Hoy, más de 2000 ClassBand hacen sonar sus instrumentos en aulas 18 países de toda Europa, destacando la presencia del programa en Alemania y Reino Unido, países donde está más extendido el método ya que sus currículos contemplan la enseñanza instrumental de forma estructural. No obstante, esta metodología está inspirada y toma referencia en la tradición de bandas escolares norteamericanas.
En España, fue iniciado por el CEIPS Adolfo Suárez en el curso 2011-2012, apoyado institucionalmente por la Comunidad de Madrid, que mostró interés por el proyecto y su seguimiento pero no llegó a ayudar económicamente la puesta en marcha del mismo. Aquí, se empezó a cursar de forma extraescolar (voluntaria) para alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria, es decir, no suponía la convalidación de la asignatura de música del currículo general. Desde entonces, varios centros tomaron interés por la metodología, iniciaron contactos con Yamaha y acabaron incorporando a sus centros su propia ClassBand como materia integrada en el propio currículo el centro.
Los centros educativos españoles que he detectado que tengan integrada la metodología Yamaha ClassBand en sus aulas en la actualidad son los siguientes:
(Si conoces alguno más, no dudes en hacermelo saber y actualizaré la lista)
- CEIPS Adolfo Suárez (Madrid) desde el curso 2011-2012
- British Council School (Pozuelo de Alarcón, Madrid) desde el curso 2012-2013
- IES Las Rozas 1 (Las Rozas, Madrid) desde el curso 2013-2014
- IES Beatriz Galindo (Madrid) desde el curso 2013-2014
- Colegio Rivas-Luna (La Eliana, Valencia) desde el curso 2016-2017
Objetivos de la metodología
- Promover un aprendizaje significativo en el aula de música.
- Lograr el aprendizaje de conceptos partiendo de la práctica musical instrumental.
- Convertir la asignatura de Música en una experiencia real y un proyecto musical auténtico que culmina en una o varias actuaciones con público durante el curso.
- Favorecer la motivación intrínseca del alumnado y una actitud positiva hacia la asignatura de Música.
- Fomentar el trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo, creando oportunidades para el desarrollo de habilidades de liderazgo y de resolución de conflictos.
- Favorecer la inclusión en el aula.
Profesorado y formación
En España, para poder dar clase dentro del método, los profesores deben de tener una formación musical instrumental demostrable y equivalente, como mínimo, al Título de Enseñanzas Profesionales de Música, además, tendrán que asistir a una serie de seminarios de formación específicos impartidos por Yamaha.
Dependiendo de factores como la formación previa del profesor, el país donde se imparta, el presupuesto del que se disponga o si la actividad es curricular o extraescolar, en las aulas de ClassBand puede haber un único profesor o dos en el mismo espacio; uno especializado en viento-metal y, preferiblemente, otro en viento-madera.
Yamaha proporciona la formación a nuevos profesores, organizando seminarios y talleres anuales donde aprenden nuevo repertorio, realizan prácticas con distintos instrumentos y comparten experiencias sobre el método.
Instrumentos y plantilla instrumental
Dependiendo de la dotación de instrumentos de la que disponga el centro que lo imparta, puede rondar desde las 25 a las 30 vacantes instrumentales. Los instrumentos por los que se compone son: flauta, clarinete, saxofón, trompeta, trombón, bombardino, tuba y percusión.
Yamaha es la encargada de proporcionar el instrumental y ofrece soporte técnico para el mantenimiento y reparación de este. El material es compartido por los alumnos del centro, que no pueden sacar los instrumentos de éste.
Antes de cada sesión, ellos se encargan de montarlo y, al finalizar, los limpian y vuelven a dejar en sus estuches preparados para que otros alumnos puedan volver tocarlos. El cuidado y mantenimiento de los instrumentos es, también, parte del aprendizaje.
Un ejemplo de plantilla para una clase convencional de 30 alumnos sería:
- 6 flautas traveseras
- 6 clarinetes
- 5 saxofones
- 7 trompetas
- 3 trombones
- 1 bombardino
- 1 tuba
- 1 percusión-batería.
Una misma dotación de instrumentos es usada por todos los alumnos de un mismo centro, que comparten instrumentos pero no boquillas, ya que cada uno dispone de la suya propia. Antes de cada sesión, los montan y, al terminar, los limpian y recogen debidamente para que otro lo pueda usar.
Integración y planteamiento dentro del currículo
La ClassBand puede ser planteada desde diferentes edades y cursos, aunque la propia metodología muestra que la edad recomendada para participar en él es entre los 11 y 13 años, es decir, durante los primeros cursos de la ESO. A pesar de ello, en España encontramos casos desde 5º de Educación Primaria.
Tanto en primaria como en secundaria, la asignatura de música del currículo general es suplida íntegramente por esta metodología alternativa. Tiene una duración de dos años y se podría llegar a ampliar a un tercero en el caso de que se opte por ello.
En la entrevista que se le realiza a María de las Viñas Jimeno en podcast Dopamínate -altamente recomendable de seguir y escuchar-, la profesora de música del IES Las Rozas 1, María de las Viñas, asegura que la sustitución de la asignatura de música curricular ordinaria por esta metodología no necesita ser aprobada por ningún inspector educativo. Lo único que se requiere es contar con la aprobación y apoyo del claustro de profesores y el consejo escolar. Asimismo, comparte que, en su caso, ha recibido y sigue recibiendo un gran apoyo por parte de toda la comunidad educativa de su centro.
[ENLACE] PODCAST DE DOPAMÍNATE –YO TENGO UNA CLASSBAND–
El tercer año de ClassBand es, en el caso del centro de Las Rozas, reservado para aquellos que eligen la asignatura de música como materia optativa en 4º de ESO. Solo se cuenta con 30 plazas dentro del ratio de la clase y, según comenta, es todo un éxito; todos los años se cubren todas las plazas e incluso queda gente fuera. Es una actividad muy demanda y suele conocerse como ClassBand Plus.
El caso de otro de los centros donde se imparte es el British Council School (Pozuelo de Alarcón, Madrid). Aquí, cada clase que sigue esta metodología tiene dos horas semanales de banda, una de ellas sustituye a la hora de enseñanza curricular normal y la otra se ha sacado del currículo de ciencias. La actividad está disponible para los alumnos de Year 5 hasta Year 7, lo que equivalente a 5º de Educación Primaria y 1º de ESO, respectivamente.
Metodología y contenidos
Se trata de un método secuencial de aprendizaje para la enseñanza instrumental en grupo. El material para su desarrollo está recogido en el libro Essential Elements 2000 Comprehensive Band Method. Este libro, usado comúnmente en los colegios de EEUU (doy fe de ello), cuenta con dos versiones: una para cada alumno e instrumento específico, y otro para el profesor. Viene acompañado de CD-DVD en el que se recogen diferentes materiales y grabaciones El objetivo es abordar el primer nivel del libro durante los dos primeros años de clase y, en el caso de haber un tercero, usar el segundo volumen.
Gracias a este libro, los alumnos tienen acceso a contenidos y ejercicios como piezas de dificultad progresiva para conjunto de instrumentos, conceptos teóricos musicales, ejercicios relacionados con la dirección musical, historia de la música, ejercicios de improvisación, calentamientos instrumentales, escalas y arpegios básicos, ejercicios de coordinación rítmica. Para ello, incluye herramientas como: grabaciones de cada pieza para cada instrumentos interpretadas por un profesional, grabaciones, software para ajustar las grabaciones a distintas velocidades para facilitar el aprendizaje, grabaciones de las piezas para banda, software para facilitar las grabaciones por parte del alumno y aprender notación musical básica, propuestas de programas y actividades de concierto y vídeos en los que se enseña al alumno a montar e instrumento y su mantenimiento básico.
Dedicación
En el caso del IES Las Rozas 1, por ejemplo, las horas de dedicación a la asignatura de Música corresponde a lo establecido en la LOE-LOMCE y su concreción en Madrid: dos sesiones semanales de 50 minutos en los cursos 2º y 3º de ESO, donde la materia de Música es obligatoria. No obstante, en dicho instituto aseguran que ha conseguido ampliar a tres las sesiones para todas sus bandas escolares.
En el caso de implantarse en Educación Primaria, se puede solicitar de forma voluntaria la ampliación de la única sesión semanal estipulada por la normativa a dos sesiones para la asignatura de música y, en el de secundaria, se puede ampliar de dos o tres sesiones. En ambos casos, se ha de tener cuenta con el apoyo del claustro y del consejo escolar para conseguirlo.
Evaluación
Para la evaluación se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
- Interpretación individual con el instrumento y/o actividades teóricas propuestas para entregar en forma de trabajo o presentación.
- Actitud y comportamiento en las clases: asistencia, puntualidad, uso adecuado del instrumento y material, respeto al silencio, actitud positiva.
- Interpretaciones realizadas con el grupo de instrumentos iguales (sección).
- Interpretaciones realizadas en conjunto con la banda al completo.
No se propone ningún tipo de evaluación predefinida o examen externo más allá de la propia observación y participación de los alumnos. Simplemente, los participantes son evaluados de forma continua y la consecución del programa no está ligada a la obtención de ningún título o diploma acreditativo.
Financiación
Salvo casos excepcionales en los que los instrumentos los presta la empresa Yamaha, los instrumentos tiene que adquirirlos el centro. Esto implica un gasto que, en la mayoría de las ocasiones, los colegios e institutos no podrían costearse. En cambio, los instrumentos de esta marca son afamados por su calidad, durabilidad y facilidad para emitir sonidos, algo a tener muy en cuenta si se van a usar con fines estrictamente pedagógicos.
No obstante, el mercado actual de los instrumentos sí que puede llegar a ofrecer otras alternativas con muy buena calidad-precio, lo único que, en el caso de Yamaha, la misma empresa ya ofrece en el mismo pack de mantenimiento, formación continua para profesores, organización de eventos y contacto entre centros educativos. En resumen, para entrar dentro de la metodología y disfrutar de las diferentes ventajas que oferta, hay que adquirir sus instrumentos.
Por lo que se ha podido comprobar en diversas fuentes, medios y testimonios, una dotación de 25-30 instrumentos podría llegar a costar entre 32.000 y 34.000 euros, incluyéndose los libros y parte del material didáctico y musical requerido (boquillas, cañas, atriles, aceites, etcétera). Es mucho dinero, sí, pero si tenemos en cuenta que es una inversión que puede durar unos 10 años de media, y que todos los alumnos de un colegio o instituto se pueden beneficiar de ellos, ya no parece un gasto tan desorbitado. Es cuestión de preferencias y voluntad.
Oportunidad para crear y compartir música
Los diferentes centros que tienen adoptada dicha metodología en sus aulas de música, tienen la oportunidad, aparte de interpretar conciertos en los propios centros y localidades, de compartir su música y el repertorio trabajado con ClassBands de otros colegios e institutos, y no solo a nivel nacional, sino internacional, ya que, como he mencionado anteriormente, Yamaha tiene extendido su método por toda Europa.
La propia empresa organiza festivales y encuentros europeos en lo que las diferentes ClassBands tienen la oportunidad de participar, lo que supone una gran experiencia, y no solo a nivel musical y formativo, sino también personal.
[EVENTOS] YAMAHA CLASS BAND EUROPEAN FESTIVAL / FLICORNO D’ORO
Observaciones sobre la metodología
A partir de la experiencia y observación directa de varios autores y profesores, podemos imaginarnos cómo sería una ClassBand en la práctica.
- En el inicio de la sesión, los alumnos, acompañados por sus profesores, se dirigen a una sala donde están almacenados los instrumentos y son repartidos respectivamente.
- Cada alumno monta su instrumento y realizan ejercicios de calentamiento y preparación; respiración, ritmos y primeras notas con el instrumento.
- Interpretan algunas canciones del libro que ya han tocado anteriormente para repasarlas.
- Trabajan material musical nuevo.
- Finaliza la clase; los alumnos limpian y recogen los instrumentos que son devueltos al mismo lugar en el que estaban depositados.
Algunas de las apreciaciones y apuntes positivos respecto al método son:
- El resultado musical es muy satisfactorio. Se observan grandes logros en sonido, afinación y ritmo teniendo en cuenta que llevaban sólo cuatro meses de práctica. La lectura musical no parece ser un inconveniente
- Es una oportunidad de aprendizaje significativo musical real. Se aprende música practicando y haciendo música.
- Aprendizaje basado en proyectos, en 3-4 meses los alumnos son capaces de interpretar un primer concierto con piezas cortas y sencillas.
- Potencia en los alumnos valores esenciales como la autoestima, el respeto, el, la confianza o el compromiso respecto a un grupo y la vinculación a éste.
- El ambiente es distendido y la actitud general del grupo ante estas actividades es seria y responsable.
- Se percibe una gran motivación entre el alumnado, lo que se traduce en bastantes ganas por aprender y aprovechar cada sesión.
- Facilita el aprendizaje cooperativo y es una fantástica oportunidad para practicar el trabajo en equipo y desarrollar el liderazgo (ensayos parciales, coordinación musical, etcétera).
- Los profesores están contentos con los resultados y consideran que esta actividad, aun teniendo una intención distinta que la que tiene la enseñanza de los conservatorios, puede ser una buena cantera para alumnos que quieran ampliar sus estudios musicales, además de ser una forma muy efectiva de iniciación musical.
- Todos los alumnos del centro tienen oportunidad de iniciarse en la práctica de un instrumento musical y tocar en una banda
Asimismo, a partir de su análisis también se detectan algunas dificultades o inconvenientes de esta metodología:
- La enseñanza simultánea de los instrumentos de las familias de madera y metal puede crear dos velocidades de aprendizaje dentro del alumnado, ya que los alumnos que tocan instrumentos de viento-metal pueden tardar más en dominar la producción de sonido de su instrumento que los de viento-madera por razones puramente organológicas y fisiológicas.
- No está permitido llevarse a casa los instrumentos para practicar individualmente ni practicar en los ratos libres o recreos, ya que ello requeriría que un adulto lo supervisase.
- La práctica totalidad del material está escrito a una sola voz para todos los instrumentos (sobre todo en el nivel inicial), por lo que presenta carencias en cuanto a riqueza melódica y armónica.
- La enseñanza está muy esquematizada, lo que impide que el profesor se adapte creativamente a cada circunstancia, que puede ser muy distinta en cada centro o grupo en el que se use. Falta de flexibilidad metodológica.
- No todo el profesorado de música tiene el perfil específico exigido/idóneo para impartir este método. Si un centro comienza a impartir la metodología, depende de que el profesor habilitado para el mismo no deje el centro.
- No existe formación especializada sobre este tipo de metodologías en España, solo los seminarios impartidos por Yamaha que únicamente consisten en unos breves seminarios de uno o dos días, insuficientes para prepararse para una labor en la que otros países dedican carreras universitarias específicas.
- Solo es válida para un perfil muy concreto de profesorado de música, es decir, profesores con experiencia en el mundo de las bandas de música y habilidosos con los instrumentos que las integran.
Tendencias y nuevos proyectos
En general, se puede percibir un creciente interés sobre este tipo de proyectos alternativos de educación musical, especialmente en la Comunidad de Madrid -más adelante os traeré más-. El método de Yamaha es tan solo uno de ellos pero, en esencia, nuevas tendencias y demandas emergen y empiezan a aparecer en las aulas de música de colegios e institutos.
Como ejemplo de ello, está la campaña que el equipo directivo y claustro del IES Nicolás Copérnico de Parla ha llevado a cabo para materializar su deseo de tener una ClassBand el curso 2020-2021. A través de ella, se han propuesto recaudar la mitad del presupuesto necesario para poner en marcha el proyecto; 34.000€ para conseguir una dotación de 30 instrumentos y, al parecer, lo han conseguido. ¡Enhorabuena!
Con esta iniciativa pretenden que todos los alumnos del centro tengan acceso a la oportunidad de tocar un instrumento e interpretar música en conjunto. Éste, es un claro ejemplo de que, si se desea y hay voluntad, se puede conseguir.
Una reflexión superflua…
El trabajo de autores y docentes que han tenido la oportunidad de observar, estudiar y/o participar en la puesta en marcha de la metodología, muestra que es una forma muy efectiva y motivadora de proporcionar una formación instrumental de iniciación.
Desde mi punto de vista, sí que me gustaría añadir que el planteamiento de este tipo de iniciación instrumental a partir de 2º de ESO (como se da en la mayoría de centros), puede ser un poco tardío desde el punto de vista de la edad idónea para iniciarse en un instrumento musical. Quizás, sería mucho mejor plantearlo para los dos últimos cursos de Educación Primaria (como el caso del colegio valenciano de La Elinana), edad en la que los alumnos, en caso de querer ampliar su formación musical en otros centros, tienen más margen de desarrollo.
Antes de esa edad también sería posible, obvio, pero este tipo de metodologías colectivas requieren que los alumnos tengan un cierto grado de independencia. No olvidéis que todos aprenden a la vez. Sí, todos los instrumentos a la vez y, en la mayoría de las ocasiones, con un solo profesor.
Yo, que soy un músico formado en la metodología de los conservatorios y con cierta experiencia en la enseñanza instrumental, era bastante escéptico respecto a este tipo de métodos grupales. Básicamente, creía que no era posible o que los alumnos no podrían aprender correctamente de esta manera.
Afortunadamente, durante este año he tenido la fantástica oportunidad de participar activamente en el sistema educativo norteamericano, es decir, la versión original del método ClassBand –de eso ya hablaré más adelante-. Después de investigar ampliamente sobre el tema y sumado a mi propia experiencia, puedo afirmar no solo que funcionan, sino que funcionan bastante bien.
Pero claro, para entender esta perspectiva hay que ubicarse en un contexto marcado por los tres siguientes puntos clave:
- El profesorado que imparte estas actividades/asignaturas está preparado específicamente para ello.
- El objetivo de la clase no es adquirir un perfeccionamiento instrumental individual, sino aprender música haciendo música en conjunto. Aprender colectivamente como formación básica y perfeccionarse individualmente como necesidad personal.
- La presencia y actividad de las bandas de música escolares en EEUU suponen un elemento imprescindible en la vida cultural de todos los centros educativos y de cualquier etapa.
Además, se añade que, para nada, sustituye la labor de las escuelas de música, sino todo lo contrario ya que, al acercar la oportunidad de tocar un instrumento musical (de viento en este caso) a todos los alumnos de un colegio o instituto, lo que se hace es crear cantera y aumentar exponencialmente el número de usuarios potenciales de los centros de perfeccionamiento (escuelas de música o conservatorios), a los que los alumnos acuden ante la necesidad de ampliar sus conocimientos y habilidades. Y eso por no hablar de la necesidad de despertar futuras audiencias para el sector cultural.
Por último, mencionar lo que para mí es el mayor valor de este tipo de metodologías -en este caso es la de Yamaha pero podría ser cualquier otra-, y es que acercan a el único lugar por donde pasan todos los jóvenes (colegios e institutos) la oportunidad de experimentar lo que es la interpretación dentro de una agrupación musical y, también, de introducirse en la práctica de un instrumento.
Solo aquellos que lo hemos vivido podemos llegar a ser consciente de lo importante y vital que esto puede llegar a significar, y, por qué no, todos los estudiantes han de tener la oportunidad de experimentarlo.
Yamaha, con las distintas ventajas y desventajas de su método, nos acerca una opción para conseguirlo, ya que, en verdad, la inmensa mayoría de los egresados del sistema educativo nunca han tenido la oportunidad de aprender a tocar un instrumento. Sin duda, otro tipo de educación es posible.
Para finalizar, te dejo por aquí unas preguntas…
¿Estamos preparados para este cambio de paradigma educativo?
¿Qué nos lo impide?
¿Conocías anteriormente Yamaha ClassBand?
¿Qué impresión te ha dado esta propuesta metodológica?
¿Te animarías a introducirlo en tu colegio o instituto?
¿Te gustaría que tu hijo/hija disfrute o haya disfrutado de esta oportunidad en sus respectivos colegios o institutos?
Gracias por la lectura y visita. Si te ha interesado, te recomiendo que COMPARTAS, para que otros puedan acceder a su lectura, que COMENTES, si tienes algo que añadir u opinar (me interesa tu opinión) y que te HAGAS SUSCRIPTOR/A POR CORREO ELECTRÓNICO (parte superior de la columna derecha) y así no te perderás la pista ni ninguna de las actualizaciones.
Eduardo Sánchez-Escribano García de la Rosa.
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Bibliografía consultada y páginas web.
Algunos contenidos los he extraído de mi tesis doctoral, que no la menciono aún porque será defendida en al Facultad de Educación de Toledo (UCLM) en al plazo de dos meses, no obstante, os dejo algunos enlaces y fuentes de interés para el que quiere profundizar en el tema.
Collado, G. Yamaha ClassBand en España. Docenotas nº19.
González, A., & Ponce de León, L. F. (2017). El método Yamaha ClassBand en el aula de música: una experiencia en ESO en la Comunidad de Madrid. Pulso. Revista de Educación nº40, 229-247.
Villanueva, R. (2014). La enseñanza musical instrumental en la enseñanza obligatoria: análisis de la situación actual y la clase de cuerda como alternativa al currículo. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá de Henares. Tesis doctoral inédita.
Viñas, M. (Podcast Dopamínate del 18 de marzo de 2018). Yo tengo una Class Band. (M. J. Acevedo y A. D. Ruiz , Entrevistadores)